jueves, abril 14, 2005

Las aventuras de un hobbit llamado Sauce

En 1988 Ron Howard dirigió "Willow", una película de género fantástico con profusión de espadas, brujería y seres imaginarios que fue un taquillazo. El guión lo firman George Lucas y Bob Dolman, pero en realidad lo debería haber firmado JRR Tolkien, al menos podrían haber puesto "libremente basado en El señor de los anillos". Y os demostraré por qué.

El protagonista es un Nelwyn (Hobbit), es decir, un humano pequeñito, que vive en una aldea donde todos son como él (Cualquier población de la Comarca tolkieniana). Encuentra algo que el Mal está buscando desesperadamente (¿un anillo? No, esta vez es una niña) y tiene que ocultarlo y protegerlo de grandes jinetes vestidos de negro (los Nazgul, pero sin poderes) con la ayuda de un guerrero casi invencible (¿Trancos/Aragorn? No, Madmartigan) que acaba siendo rey (¿seguro que no es Aragorn?).También cuenta con la ayuda de unos duendes (en vez de ser enanos, son duendes) y de una gran maga blanca, Raziel (Sí, Gandalf se ha vuelto mujer).



De acuerdo, a la niña hay que llevarla al castillo de Tir Ashtleen para protegerla, no al Monte del Destino para fundirla, pero las aventuras pasan durante esa búsqueda, mientras son perseguidos constantemente por los muy malvados caballeros negros. Como final Hollywood típico, cuando ya Sauron/Bavmorda está a punto de hacerse con el anillo/enviar a la niña a no sé donde, cuando ya la tensión es inaguantable: el malvado pierde, ganan los buenos y viva, y olé y de todo. Madmartigan rey, Sorsha princesa y madre adoptiva y volvemos a la comarca convertidos en una celebridad.



A pesar de que le quitan mucho empaque respecto al Señor de los Anillos original (no se ve profundidad ninguna, es una película de aventuras, de dejarse llevar y punto) la trama está muy bien. Además, la complementan con ideas de otras películas:

1. La niña Elora es transportada lejos de la destrucción en una balsita en el río, curiosamente como el niño Moisés sale de Egipto en la Bíblia.

2. El lugarteniente de la Reina Bruja (¿de Orleans?) se comporta exactamente igual que Darth Vader (La guerra de las Galaxias, del propio Lucas 1979), aunque no asume tanto protagonismo.

En fin, que en 1988 hicieron un guión bastante basado en el Señor de los Anillos, pero cambiando cosas para que no les acusaran de plagio. Y funcionó, funcionó muy bien. Supongo que sabeis la "maldición" que pesaba sobre el Señor de los Anillos, cuyos derechos para el cine estuvieron durante años en manos de alguien que no permitía hacer nada con ellos, por eso la única película sobre la novela fue aquella curiosa película (sólo de la primera parte, La comunidad del Anillo) que conjugaba los dibujos animados con la imagen real. Por tanto, creo que Willow estaba justificada, y está lo suficientemente bien hecha (al margen de la máquina promocional de Hollywood, que vendería hasta una olla con agujeros) como para resultar un bombazo.

De hecho, si ves la película ahora, como yo acabo de hacer, engancha y sigue resultando espectacular y muy entretenida, como las de Indiana Jones pero en fantasía medieval.

1 comentario:

Pedro D dijo...

¡¡Hombree, Jorge!!

¡¡Cómo no me voy a acordar de tí, si eres Mi Vecino Totoro, el fan acérrimo de Supermaño, Petersellers y Gigatrón!! ¡¡ El maño con botas, el hombre de Orte!!
David reparte noticias tuyas regularmente. A ver si este año te vienes para el salón del cómic y nos vemos.

Un puñetazo en el hombro,

Piter

 
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