martes, junio 07, 2005

Nosotros somos los zombis

Hubo un tiempo y un lugar en el que la gente no corría de un lado para otro a pie, en coche, en metro, chillando, pitando, agolpándose para llegar a un mismo lugar, hacer unas mismas cosas, volver a casa pitando/agolpando, a sentarse delante del borrador de mentes y a dormir para al día siguiente volver a empezar.

Hubo un tiempo en el que el ansia de dinero, de más dinero, de montañas de dinero, para comprar objetos, muchos objetos, montañas de objetos, de servicios, de favores, una casa con piscina, dos coches, un viaje a australia/de crucero/en tres días, todo ello era algo risible y absurdo. ¿Para qué quieres piscina en una casa a la que sólo vas a dormir?

Hubo un tiempo en el que las enfermedades eran físicas, resultado del entorno, y no mentales, resultado de la presión social, el estrés, los sueños/metas impuestos, irreales/incumplidos...

Y todo ello ¿para qué? La felicidad está en el equilibrio, en saber que tienes lo que necesitas, en necesitar poco y no desvivirse por más. En disfrutar lo que hay. La sonrisa genuina de un niño, el vuelo de helicóptero de una libélula sobre un estanque. Pero no nos convencemos. No queremos lo que tenemos, queremos más.

En la película de George Romero cae un meteorito en un cementerio y los muertos vuelven a la vida, pero aquí no necesitamos ningún meteorito. Nosotros somos los zombis.

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