viernes, noviembre 27, 2015

Terror odontológico, o miedo al dentista

Quién no ha sentido que camina hacia la muerte cuando se encamina al dentista. Quién no se ha despedido de sus seres queridos, ha besado frentes de niños, ha lagrimeado discretamente, con el morro enrojecido como el que se va a la guerra, a la masacre.

—Exagerado —te increpan algunos, con la confianza del insulto bienintencionado— ¡Llorica!


Pero tú sabes lo que es sentarse en el trono blanco, recibir los pinchazos, verse acercar el torno de la tortura mientras el enmascarado parlotea y tú aprietas el brazo de escay hasta reducirlo a arena.



No hay comentarios:

 
blog de literatura gris y temas que me llaman la atención - Ocultar texto citado -