miércoles, septiembre 29, 2004

Hacienda Supersónica

Hoy he tenido mi primera experiencia personal e intransferible con hacienda:
como me habían advertido de que debía presentarme pronto si no quería tener que tragarme intensas colas, he llegado tan feliz a las 8.45 delante del edificio. Grande ha sido mi sorpresa cuando el joven guardia civil me ha indicado, con gran amabilidad que en realidad aún no habían abierto, y que tenía que ponerme a esperar... a la cola!!

¡¡Qué desilusión!! Yo que esperaba ser el primero y había unas diez personas delante mío!!
En fin, que cuando han dado el pistoletazo de salida, estaba yo tan nervioso que he estado a punto de colar el móvil por el arco detector de metales. Por suerte, el veterano guardia civil al cargo tenía poderes mentales: me ha dicho "eh, el móvil también". Yo lo he sacado de mi bolsillo y, cabizbajo, lo he depositado en la cinta transportadora junto a mi portafolios... parece ser que hoy era un mal día para violar la ley.

Por fin he entrado, y dos funcionarias cincuentonas muy agradables me han dado un número (el 1!!) y me han indicado a qué ventanilla dirigirme. Bueno, mi sorpresa ha sido que no había ventanillas, sino que todo era como en la caja de ahorros, es decir, amables despachitos con una amigable barra donde acodarse.

El caso es que en tiempo récord se ha iluminado en una de las pantallas (había veintitantos despachitos). Me he abalanzado sobre él, a pesar de que era una sala inmensa y estaba yo sólo (todavía tenía el instinto competitivo, pese a que sólo estaba conmigo un tipo trajeado, el número 2) y he pedido mis impresos. Me los han dado.

Luego me he liado y he subido absurdamente a la planta primera a pedir otro impreso. Me han dicho que abajo. Así pues, avergonzado, les he pedido otro numerito a las simpáticas funcionarias de recepción. El siete. He ido a la misma pseudoventanilla y me lo han vendido sin más...

He entrado y salido en diez minutos, mientras volvía hacia mi casa no podía creerlo. Como cambia toto!! ¿Y mis esperas desesperantes? ¿Y mis colas kilométricas?
No negaré que me he sentido un poco estafado...

.Miau

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