miércoles, abril 27, 2005

De ciclomotorista a ciclomoturista

Jau,

¡Pues sí, amix, tengo una moto nueva! Bueno, nueva de hace apenas nueve años, pero en fin, que tira lo suyo aún, supera ampliamente los cincuenta kilómetros hora, lo cual para un ciclomotor es una proeza.

Y como últimamente tengo mis horillas libres, me dedico a conocer Barcelona a fondo. ¡Quién me iba a decir a mí que este transporte individual iba a ser tan adictivo!

La semana pasada fuí dos veces a la playa (de Bogatell), anteayer subí al castillo de Montjuïc... vamos, que de motorista he pasado a turista. ¡Y me gusta!

No nos engañemos, llevo moto pero preferiría bicicleta. Lo malo es que las bicicletas... ¡¡te las roban sin parar!!
Además tienen otro inconveniente, dejando a parte lo obvio, que a mí no me afecta, ya me vendría bien hacer un poco de ejercicio, ya. El otro inconveniente es que no mola dejarlas aparcadas en la calle por la noche. Y subirlas al piso es un coñazo. Y la moto, entre que no se puede subir, y que queda camuflada con las demás...

Pero lo de llegar a cualquier lugar de la ciudad y aparcar delante sin más, no tiene precio. No volveré a coger coche nunca más, si puedo evitarlo. En ciudad no sale a cuenta.

En fin, que estoy supercontento. Clos, elimina los coches de la ciudad y haz que sólo se pueda ir en bici o moto. ¡¡Venga!!

¡Hasta la peróxima enterega, que será dentro de n días, en el mismo batcanal!

jueves, abril 14, 2005

Las aventuras de un hobbit llamado Sauce

En 1988 Ron Howard dirigió "Willow", una película de género fantástico con profusión de espadas, brujería y seres imaginarios que fue un taquillazo. El guión lo firman George Lucas y Bob Dolman, pero en realidad lo debería haber firmado JRR Tolkien, al menos podrían haber puesto "libremente basado en El señor de los anillos". Y os demostraré por qué.

El protagonista es un Nelwyn (Hobbit), es decir, un humano pequeñito, que vive en una aldea donde todos son como él (Cualquier población de la Comarca tolkieniana). Encuentra algo que el Mal está buscando desesperadamente (¿un anillo? No, esta vez es una niña) y tiene que ocultarlo y protegerlo de grandes jinetes vestidos de negro (los Nazgul, pero sin poderes) con la ayuda de un guerrero casi invencible (¿Trancos/Aragorn? No, Madmartigan) que acaba siendo rey (¿seguro que no es Aragorn?).También cuenta con la ayuda de unos duendes (en vez de ser enanos, son duendes) y de una gran maga blanca, Raziel (Sí, Gandalf se ha vuelto mujer).



De acuerdo, a la niña hay que llevarla al castillo de Tir Ashtleen para protegerla, no al Monte del Destino para fundirla, pero las aventuras pasan durante esa búsqueda, mientras son perseguidos constantemente por los muy malvados caballeros negros. Como final Hollywood típico, cuando ya Sauron/Bavmorda está a punto de hacerse con el anillo/enviar a la niña a no sé donde, cuando ya la tensión es inaguantable: el malvado pierde, ganan los buenos y viva, y olé y de todo. Madmartigan rey, Sorsha princesa y madre adoptiva y volvemos a la comarca convertidos en una celebridad.



A pesar de que le quitan mucho empaque respecto al Señor de los Anillos original (no se ve profundidad ninguna, es una película de aventuras, de dejarse llevar y punto) la trama está muy bien. Además, la complementan con ideas de otras películas:

1. La niña Elora es transportada lejos de la destrucción en una balsita en el río, curiosamente como el niño Moisés sale de Egipto en la Bíblia.

2. El lugarteniente de la Reina Bruja (¿de Orleans?) se comporta exactamente igual que Darth Vader (La guerra de las Galaxias, del propio Lucas 1979), aunque no asume tanto protagonismo.

En fin, que en 1988 hicieron un guión bastante basado en el Señor de los Anillos, pero cambiando cosas para que no les acusaran de plagio. Y funcionó, funcionó muy bien. Supongo que sabeis la "maldición" que pesaba sobre el Señor de los Anillos, cuyos derechos para el cine estuvieron durante años en manos de alguien que no permitía hacer nada con ellos, por eso la única película sobre la novela fue aquella curiosa película (sólo de la primera parte, La comunidad del Anillo) que conjugaba los dibujos animados con la imagen real. Por tanto, creo que Willow estaba justificada, y está lo suficientemente bien hecha (al margen de la máquina promocional de Hollywood, que vendería hasta una olla con agujeros) como para resultar un bombazo.

De hecho, si ves la película ahora, como yo acabo de hacer, engancha y sigue resultando espectacular y muy entretenida, como las de Indiana Jones pero en fantasía medieval.

martes, abril 05, 2005

Chéspir Encoñau

Hoy vamos a hablar de las películas de Jólibud, esas que se llevan premios y más premios sólo por ser correctitas, nada del otro mundo.
No la he visto entera, pero Chéspir Encoñau es una de ellas. Hoy he visto que hacían un anuncio en la tele sobre ella, y he pensado, mira, qué maja la rubia. Pero la peli era una comedieta romántica de tres al cuarto.

Para fabricar una peli así los ingredientes son los siguientes:

1. Ponemos a un personaje histórico, Güílian Chéspir, que es casi seguro que en realidad era homosexual, pero eso no vende. Esto es Jólibud, chavales, el chico ha cambiado de orientación mágicamente. Los maricas, para secundarios chistosos.

2. Ponemos a una rubia delgada que cuando habla en castellano tiene acento de Talavera de la Reina. Y es muy guapa, y no puedo meterme con ella, pero es que... va demasiado limpia, tiene todos los dientes... lo digo porque si es una película histórica, va a ser que en el siglo XVII la gente se lavaba poquito.

3. Nos sacamos de la manga mil cosas que nunca pasaron y ponemos un montón de referencias actuales que se cargan toda posible credibilidad de la película, pero da igual, el espectador medio es un palurdo de Kentucky y tiene que sentirse identificado.

4. Escogemos actor para hacer de Chéspir y cogemos a Ralph Fiennes, un actor como la copa de un pino. No, uy, perdón, mejor cogemos a su hermano tonto, que es más joven, aunque no sepa actuar. Así son las cosas, Ralph, estírate la piel.

5. Estamos producidos por un gran estudio (con todos los sobornos y presiones que eso significa), es una comedieta romántica, supuéstamente de época y en nuestra antigua patria, es decir, en Inglaterra. Pues ya está, siete óscars.



Y por qué pongo una captura de pantalla del juego de máquina recreativa Power Drift (Sega 1988) para ilustrar todo esto? Pues porque últimamente me estoy cascando unas partidillas super-guapas!! :D

Miau.
 
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