miércoles, septiembre 14, 2016

Huir/volver

Una noche de salsa brava
rodamos hacia la costa
con hambre de arena.
Tontos, torpes y libres
nos guía un libro sin tapas.

Semidesnudos, apretujados
con bocadillos de carne blanca
y refresco de gas en las encías.
Te tomaba de postre si la espuma de las olas
no nos reclamara.

Por desiertos de rotondas tristes
fracturamos la noche a faros.
Un bosque de feroz pino negro
acaricia la cabeza, las mejillas
de la carroza mecánica.

La lluvia nos desata
saltamos desnudos como piojos
bailamos sobre las algas de almohada.
Peludos, narigudos, feos y felices
al fin en casa.





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