Así, a bote pronto, se me ocurren una serie de grupos que en cada uno de sus discos parecen estar componiendo la banda sonora del Infierno. Pienso, por ejemplo, en Rammstein, Sepultura o Ministry...
Cada uno de ellos crea una música densa, ruidosa, sobre la que un tipo chilla, grita o ruge en inglés casi ininteligible.
Y, si vas a uno de sus conciertos, pienso por ejemplo en el último de Rammstein al que fuí, ves que pregonan el apocalipsis vestidos de negro, enseñando cachas (o michelines) y, en ese caso especial, con profusión de lanzallamas. Así debería ser el infierno, o eso nos venden los del Chiringuito Eclesial Católico.
Pero luego, si lo piensas fríamente te das cuenta de que no, que en realidad tiene muchos más números que la banda sonora de ese lugar la compongan canciones de grupos rancios y machacones, sin talento ni para hacer bailar de manera compulsiva. O quizás "presuntos" cantautores aburridos... quién sabe. Pero si fuese así, no me gustaría estar allí: Bisbal, Julio Iglesias, Chimo Bayo y la hermandad de asesinos del Reggaetón en concierto... qué horror... menudo infierno.
miércoles, julio 26, 2006
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2 comentarios:
En el infierno suenan las Variaciones Goldberg de Johann Sebastian Bach. Soy un tío con clase y no permito que en mis dominios suene cualquier cosa.
¡¡Dosmío, Jorge, eres uno de ellos!!
¡¡El Hombre de Orte convertido en un Snob!!
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