Qué se le va hacer, me gustan los zombis. Cada uno tiene sus manías, y la mía son esos no-muertos que caminan lentamente buscando entrañas vivas que devorar.
Que sí, que tienen mala pinta, que lo admito, que son agresivos, que tienen poca conversación... ¡pero por lo menos van de cara, que es mucho más de lo que se puede esperar de mucha gente!
Y terror, terror... bueno, no es miedo, es respeto. Pero de verdad, que se les acaba cogiendo cariño con el tiempo. Es cuestión de irles poniendo nombre y apellidos.
Oye, y que si van vestidos con andrajos, y huelen mal, y manchan, pero que te ven y se acercan a saludarte, no como hago yo tantas veces, que veo a alguien, meto la nariz en mi libro ¡¡¡y me hago el loco!!! así, sin más, con impunidad...
Una cosa que tengo claro es que son mejores personas que muchos, y desde luego, son infinitamente más enrollados que yo.
jueves, octubre 23, 2008
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2 comentarios:
Ya sabes que lo que pasa con las enfermedades: que dan repelús a los sanos. Y, claro, como ellos están infectados, pos los ninguneamos injustamente...
Jajaja!!! m'ha agradat molt el text!
Això del llibre (encara que no sigui amb un llibre) no ho fas tu només jejeje
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