El Rey del Matadero
riendo a carcajadas
abre las puertas:
uno, dos, diez chicos
a medio descongelar
corren hacia nosotros
aullando y gritando,
los ojos en blanco.
No quiero morir,
los voy apartando
a trozos
con mi espada
de cerámica
y cobalto.
Todos mueren,
yo me salvo;
ahora toca
enfrentarse al Rey.
lunes, septiembre 10, 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario