El diablo empolainado
me dijo que me esperabas;
no era cierto,
pero yo quise creerlo.
Fuí a tu puerta, y derramé
lágrimas de vergüenza
al ver que salías con otro,
que no pensabas en mí.
Al cabo, el diablo volvió
con otro cuento que yo compré.
Era invierno, y necesitaba
tu calor con desespero.
Y tú con otros, y yo tan triste.
Y tú con otros, y yo tan triste.
Y tú con otros, y yo tan triste.
Frío.
martes, septiembre 11, 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario