jueves, junio 02, 2016

Cofradía fúnebre

La luz naciente revela sus sombras.
El triste grupo arrastra el alma
al carricoche chusco del churrero.

Chocolate, porras, café 
no pueden difuminar
el brillo majestuoso,
la noche perdida.

Un mar de luces,
un desierto de amor mudo 
bañado en caos 
etílico
eléctrico.

"Desde este refugio 
juremos NO.
No hay, 
ni podrá haber jamás,
un mañana."

Blanquecinos
parten en taxis,
dan la espalda al horizonte.

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