jueves, octubre 20, 2005

Cómo prevenir la gripe aviar en Barcelona

Para prevenir la epidemia de gripe aviar que se avecina creo que lo lógico es empezar por eliminar todas las posibles fuentes de contagio, esto es, las palomas y las gaviotas que sobrevuelan nuestra hermosa y cada vez más cara ciudad.
Para ello, a partir de ahora en los CAP de cada barrio (recordemos que es una crisis sanitaria) se repartirán escopetas de caza con cartuchos de postas. El sistema es sencillo, el ciudadano da una fianza y se le provee de una escopeta y diez cartuchos. La fianza lógicamente se le devolverá al reponer el arma.
Al apuntarse a este plan extraordinario, el ciudadano se compromete por escrito a disparar únicamente contra palomas y gaviotas (los loros raros que escaparon del zoo y que pueblan muchos árboles de la ciudad condal están sujetos a revisión), y no contra animales enjaulados tales como periquitos, carolinas o canarios. Se rechazará además a todos los candidatos que cuenten con antecedentes penales, porque no nos interesa que esto se convierta en el oeste.

Bien, una vez que el ciudadano tiene su arma y sus cartuchos, cada vez que vuelva a su CAP a buscar cartuchos tiene la obligación de traer al menos una pieza por cartucho. En caso contrario, deberá devolver el arma y ceder la oportunidad a otro ciudadano. Recordemos que son de postas, así que en caso de bandadas puede acabar con varios de estos funestos animales de un solo tiro (y dejarlos bien destrozados...). En ningún caso se contarán como válidos trozos de animales o palomas y gaviotas muertas por enfermedad, que hay mucho listillo. Tienen que tener heridas mortales de postas.
Mediante este plan se prevendría en pocos días un posible contagio por parte de esas ratas voladoras, y de paso se liberaría al ciudadano barcelonés de la servidumbre de tener que mirar constantemente hacia el cielo para tratar de evitar las defecaciones, plumas, pulgas, etc que constantemente segregan sobre nuestras indefensas cabezas.
En un principio será tarea sencilla, muchos de los ciudadanos voluntarios correrán a los puntos de reunión de palomas y gaviotas, como plaza de Catalunya y dispararán sobre enormes bandadas, causando gran mortandad. Pero poco a poco, sólo los más expertos cazadores serán capaces de volver a su CAP con la mirada orgullosa de quien ha conseguido acabar con diez de estas peligrosas aves.

Por último, destacar el carácter festivo con el que se revestirá esta necesaria intervención: se otorgarán premios para los mejores cazadores, y al ciudadano que traiga más piezas se le dará un trofeo, se le nombrará ciudadano distiguido y se le otorgará la creu de Sant Jordi en reconocimiento a su labor sanitaria.
 
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