Si hay un arte marginado en este rincón de la vieja Europa, es sin lugar a dudas, el cómic.
"El noveno arte" en un país donde la gente parece que sólo sabe contar hasta ocho malvive entre afirmaciones de que "es para niños" o "es para frikis".
Las instituciones, que tanta subvención gastan en promocionar espectáculos y obras realmente dudosas, no se ocupan en absoluto del cómic. Eso sí, luego son los primeros en hacerse la foto cuando resulta que los salones del cómic o del manga son un éxito.
En otros países, más civilizados, el cómic se trata como si fuese un bien cultural de primer orden, las instituciones lo apoyan, los medios le dedican tiempo, y claro, su difusión y su venta no tienen nada que ver. En Francia un cómic puede vender fácilmente cientos de miles de copias. Aquí es un éxito vender 5.000.
Y eso que el cómic no sólo entretiene de una manera más cómoda que el libro y más barata de producir que el cine, sino que además tiene un gran potencial (aquí apenas usado) para un campo tan amplio e importante como es la educación.
Sin embargo, mientras el panorama no cambie, mientras nadie se moje por él, el cómic seguirá en las catacumbas, nuestros mejores dibujantes seguirán trabajando en el extranjero y los fans sólo podremos conseguir buenos tebeos bien traducidos y editados con cuentagotas, y a precios astronómicos. Es lo que tiene ser el noveno, supongo...
viernes, marzo 10, 2006
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2 comentarios:
Pedro dixit. Aquest text és tan teu com meu, el podria haver escrit jo literalment(bé, no tan ben expresat, és clar. Jo escrivint sóc un sapastre). Sí, el còmic no està ben considerat, i del còmic per adults em sembla que molta gent no sap ni que n'existeix...
Qué me vas a contar... :(
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