- Una Casa de la Risa de la feria, cualquier feria con un montón de gente dentro, riendo con ganas. Están a gusto, están divirtiéndose, con drogas y todo eso. Lo único raro es que hay un incendio: las paredes arden, las cortinas se queman, los espejos se resquebrajan... incluso la ropa de las personas están en llamas, pero se siguen riendo. Nadie saldrá vivo de allí, pero las risas, carcajadas auténticas, se oyen a un kilómetro a la redonda. Y mi mayor deseo es estar allí con ellos, entre las luces que crepitan, todo transformándose, rodeado de gente que se divierte y muere. ¿Es eso tan raro?
El Otro Tipo le apunta a la cabeza con una gran Arma de Fuego.
- No, no me parece tan raro. - responde.
- No podrás acabar conmigo...
El Otro Tipo, inmisericorde, aprieta el gatillo.
Cerca de mil años después, en una taberna, los dos lo recordaban entre risas, compartiendo una botella de buen vino.
sábado, octubre 27, 2007
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